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miércoles, 27 de julio de 2011

UNA NOTICIA CRIMINAL KE NADIE HA DICHO NADA,,LA CAVERNA DE SPAIN LA SILENCIA

LA CAVERNA DE SPAIN  NO HA DICHO NADA,, LO HAN SILENCIADO,,NO PODEMOS SEGUIR KALLADOS ANTE ESTE CRIMEN,,SEA LO QUE FUERE ,, TIENE DERECHOS COMO SER HUMANO..EL SISTEMA CARCELARIO ESPAÑOL EN INHUMANO,,LOS JUECES,,((POR LLAMARLE ALGO )) UNAS MARIONETAS DE LOS POLITICOS..
ESPAÑA,, PAIS¿¿TERCERMUNDISTA??? ESA ES MUCHA CATEGORIA¡¡¡
LA FOTO NO ES DE LA PERSONA KE HAN DEJADO MORIR
Muere un preso que estaba en huelga de hambre desde hacía 5 meses en Teruel
Tohuami Hamdaoui, ciudadano marroquí de 41 años, falleció ayer en el hospital Obispo Pol


     Nota.- Pese a lo manifestado en las reseñas de prensa. T.H. no es el primer "preso comun"que muere tras una huelga de hambre en las cárceles del Estado español. Al menos consta otro caso:   El 8 de junio de 2002, falleció en e Hospital Penitenciario de Terrasa (Barcelona) Albert P.S. después de haber mantenido una huelga de hambre en el mes de abril, en protesta contra la denegación por la dirección de Centro Penitenciario de Can Brians, por tercera vez consecutiva, del acceso al tercer grado penitenciario.
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Heraldo de Aragón, 25 de julio de 2011
Muere el preso que estaba en huelga de hambre desde hacía 5 meses en Teruel   MARTA GARÚ. Zaragoza 25/07/2011 a las 04:00
Tohuami Hamdaoui es el primer recluso común que fallece en España a causa de un ayuno voluntario, a pesar de que tenía alimentación forzosa desde el pasado mes de marzo.
Tohuami Hamdaoui, de 41 años, no ha conseguido su propósito de que revisaran su sentencia pero sí el de acabar con su vida dejando que su cuerpo se consumiese. El recluso de la cárcel de Teruel falleció ayer en el hospital Obispo Polanco tras haber permanecido cinco meses en huelga de hambre. El hombre, que había nacido el 1 de mayo de 1970 en Tamime (Marruecos), se ha convertido de esta manera en el primer preso común que muere en España a causa de un ayuno voluntario.
Tohuami Hamdaoui pretendía con su protesta que los tribunales revisasen la sentencia emitida por la Audiencia Provincial de Alicante en febrero de 2003. En ella se le condenaba a trece años de cárcel por la violación de una menor y a tres más por robarle un teléfono móvil, una diadema de plata y cinco euros. El interno se declaró inocente de estos hechos y aseguraba que se trataba de un error judicial, pero nadie aportó pruebas nuevas que sirvieran para reabrir su caso.
El inmigrante había llegado al centro penitenciario de Teruel hacía un año.
Su comportamiento fue normal hasta que hace cinco meses decidió ponerse en huelga de hambre. Desde el primer momento mostró una gran determinación en llevar el ayuno hasta sus últimas consecuencias.
El equipo de tratamiento del propio centro penitenciario -formado por un psiquiatra, un trabajador social y un jurista, entre otros- trató de disuadirle y que desistiera de su actitud, pero no lo consiguió.
Conforme pasaron los días su salud fue empeorando y la dirección de la prisión decidió solicitar una orden judicial para poder alimentarlo de forma forzosa, lo que se estaba haciendo desde el mes de marzo. Aún así, en cuanto podía se arrancaba las sondas por las que le proporcionaban el alimento y la hidratación y se negaba a que se las pusieran.
Los apoyos no sirvieron
Desde Instituciones Penitenciarias también se hizo lo posible por buscarle apoyos que le hicieran cambiar de actitud y, como no tenía familia en España, llamaron a uno hermano, residente en Marruecos, para que se desplazara hasta Teruel y hablara con él. También fue visitado por personal diplomático marroquí, así como por voluntarios laicos y religiosos que colaboran con la prisión turolense. Pero todos los esfuerzos fueron en vano y no lograron mover un ápice su voluntad.
El pasado 7 de julio fue trasladado al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde fue visitado por un médico forense que certificó que su estado era crítico y que sus órganos, aunque lograra recuperarse, tenían ya daños irreversibles. Durante esos días ya alternaba periodos de consciencia con otros de inconsciencia. Tras realizarle pruebas médicas, fue llevado de nuevo a Teruel.
La sentencia que lo condenó a 16 años de prisión consideró probados los hechos y los fundamentó especialmente en el reconocimiento que la víctima hizo del agresor -tenía 13 años cuando fue violada y 18 cuando se celebró el juicio-. También dio importancia al testimonio de una mujer, que vio a Tohuami Hamdaoui en la zona donde ocurrieron los hechos, y al de un amigo del acusado que negó que hubiera estado con él durante el periodo de tiempo en que se cometió la violación.
Sin embargo, es llamativo que los jueces consideraran «irrelevante» la única prueba biológica de la causa: un resto de semen que se recogió en la cazadora de la víctima y que no correspondía con el ADN de Hamdaoui.
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/muere_preso_que_estaba_huelga_hambre_desde_hacia_meses_teruel.html
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Heraldo de Aragón, 8 de julio de 2011
Condenado a 16 años de cárcel
El preso en huelga de hambre desde hace más de 4 meses, en estado crítico en el Servet   MARTA GARÚ. ZARAGOZA 08/07/2011 a las 04:00
El interno, que ya sufre daños irreversibles, fue condenado a 16 años por robo y violación y afirma que ha sido víctima de un error judicial.
El preso de la cárcel de Teruel que mantiene una huelga de hambre desde hace cuatro meses y medio se encuentra ingresado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza en estado crítico y con daños irreversibles en sus órganos. El interno, T. H., de 40 años y nacionalidad marroquí, está llevando hasta sus últimas consecuencias la protesta con la que pretende conseguir que se revise la condena de 16 años de cárcel que se le impuso por un delito de violación (13 años) y otro de robo con violencia (3 años).
El hombre está siendo alimentado a la fuerza por orden judicial desde principios del pasado mes de abril, cuando su situación empeoró de forma alarmante. La mayor parte del tiempo ha estado ingresado en el hospital Obispo Polanco de Teruel y en varias ocasiones en la unidad de cuidados intensivos de ese centro sanitario. Ahora ha sido trasladado a la capital aragonesa para hacerle algunas pruebas y este jueves fue examinado por un médico forense.
El interno, que residía en Alicante antes de ser condenado, mantiene que ha sido víctima de un error judicial y que es completamente inocente del delito que le atribuyeron. Sin embargo y a pesar de que se le ha proporcionado asistencia legal gratuita, la revisión de su condena solo podría hacerse si aparecieran nuevas pruebas. Se da la circunstancia de que esta persona está sola en España y no tiene apoyo familiar. Las únicas visitas que recibe son las de voluntarios de Cáritas y de organizaciones laicas, así como el personal sanitario. También le visitó un hermano, que llegó desde Marruecos, pero su actitud no varió. No quiere hablar con nadie, ni siquiera con los médicos. Además, pasa por distintos periodos en los que empeora su estado de ánimo, se arranca las sondas por las que le proporcionan nutrientes y se niega a que se las pongan.
Protesta hasta el final
T. H. llegó al centro penitenciario de Teruel hace un año. Al principio, su comportamiento fue normal. Pero desde hace cuatro meses y medio decidió emprender esta forma de protesta para reivindicar su inocencia.
En un primer momento, el equipo de tratamiento del propio centro penitenciario -del que forma parte un psiquiatra, un trabajador social y un jurista, entre otros- trató de disuadir al interno, pero todo fue en vano. Su empeoramiento motivó su ingreso hospitalario y, en último lugar, la alimentación forzosa por orden judicial.
Aunque se ha propuesto su libertad condicional por el grado de deterioro que padece, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria no ha considerado esta posibilidad.

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