Translate

lunes, 28 de noviembre de 2011

Iñaki Urdangarin pegó 'pelotazos' con un sinfín de organismos por toda España

El duque compró una mansión de 8 millones en Barcelona, además de pisos en Terrassa y Palma. Diego Torres, su socio, es dueño de una casa de 2 millones en una de las zonas más exclusivas de San Cugat.
Sospechoso. Esa es la palabra que mejor define, según fuentes próximas a la investigación del caso Nóos, el fuerte incremento patrimonial que consiguieron Iñaki Urdangarín y su socio, DiegoTorres, durante la última década, cuando lograron jugosos contratos con la Generalitat de Valencia, el Gobierno de Baleares y, presuntamente también con el tripartito catalán.
Urdangarín acumularía un patrimonio de en torno a unos 11 millones de euros y Torres de alrededor de 5 millones más. Pero eso sin contar con lo que pideran sumar también la mujer y los dos cuñados de éste último, que estaban igualmente en el conglomerado empresarial.
Hacienda se pregunta cómo, al margen de las asignaciones que pudiera recibir de la Casa Real -hay libre disposición por parte del Rey Juan Carlos -Urdangarín puede llevar un nivel de vida tan lujoso. En 2003 adquirió una mansión en el barrio de Pedrables, en Barcelona, valorada en casi 7 millones de euros, a los que hay que sumar 800.000 euros más en reformas. Cinco años después, en 2008, adquirió tres pisos. Pero es que además tiene una vivienda en Terrassa, a nombre de su promotora Aizoo e inversión de 1,8 millones, entre otros activos, en la inmobiliaria Mixta África, controlada por el príncipe Alwaleed Bin Talal.

Una vida de lujo

El duque de Palma entró a trabajar en Telefónica en 2006 como consejero de la división internacional -ahora es presidente de la compañía en Estados Unidos- y su esposa, la Infanta Cristina, es desde un año antes directora del área social de la Fundación La Caixa.
Aunque a la infanta, que fue vocal del Instituto Nóos y secretaria de la junta de Aizoon, no se le está investigando y no aparece tampoco implicada en el caso, tanto Hacienda como la Fiscalía quieren saber si los sueldos conjuntos del matrimonio daban para tanto.
Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que la residencia de los Príncipes de Asturias costó dos millones menos que la vivienda de Urdangarín y Cristina de Borbón en Barcelona. El precio del hogar de don Felipe de Borbón y doña Letizia se situó en los 4,23 millones de euros, según el presupuesto aprobado por las Cortes Generales a finales de 1999. Y eso que mide más del doble que la de Urdangarín y la infanta Cristina. Su finca de Pedrables, ahora alquilada, se extiende sobre 2.155 metros cuadrados, cuenta con una casa de 1.063 metros y figuraba hasta ahora como sede social de Aizoon, la empresa inmobiliaria que constituyeron en 2003 y que, presuntamente, recibía dinero sin justificar del Instituto Nóos.

Torres se hace rico

Pero si el patrimonio de Urdangarín es importante, el de Diego Torres tampoco se queda corto. Desde que se unió laboralmente al duque de Palma, su riqueza no ha hecho nada más que aumentar. Es propietario, junto a su esposa, Ana Tejeiro, también implicada en el caso, de un lujosa casa, de casi 500 metros cuadrados, además de jardín y piscina, en San Cugat del Vallés, valorada en 2 millones de euros.
La casa, de acuerdo con los datos del Registro de la Propiedad de esta localidad barcelonesa, está a nombre de la sociedad Torres Tejeiro Consultoría Estratégica, la actual Intiuit Strategy Innovation, una de las empresas implicadas en la trama.
La casa se adquirió gracias a una hipoteca  con Barclays en 2005. Y a eso hay que sumar además los activos de su pequeño holding empresarial, dedicado fundamentalmente al sector de la consultoría.
La Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción sospechan ahora que tanto Urdangarín como Torres habrían orquestado un entramado societario que les habría permitido captar fondos públicos y privados y desviarlos posteriormente fuera de España, fundamentalmente a Luxemburgo, pero también a paraísos fiscales del Caribe, como Belice o incluso Panamá.
En 2006, el Instituto Nóos, en teoría una especie de ONG sin ánimo de lucro, adquirió una sociedad en Belice, que a su vez se hizo con la titularidad de otra en Reino Unido:De Goes Center for Stakeholders Management. La sospecha es que a través de ésta se habría desviado el dinero hacia cuentas luxemburguesas.


La empresa de Iñaki Urdangarin, el instituto 'sin ánimo de lucro' Nóos no firmó solo convenios inflados con el Govern balear y la Generalitat Valenciana, sino que ofreció sus supuestos servicios de asesoramiento sobre patrocinio, mecenazgo y organización de eventos a un sinfín de empresas e instituciones de toda España.
La investigación que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, junto con la Fiscalía Anticorrupción y la Policía Judicial, bautizada como operación Babel, ha descubierto múltiples contrataciones en el ámbito público, entre ellas con los ayuntamientos de Alcalá de Henares y Mataró. Este último empleó la formula de contratos menores, que permite eludir el preceptivo concurso publico, y adjudicó pagos de entre 12.000 y 30.000 euros a la empresa del Duque de Palma.
En el ámbito privado, compañías como Telefónica y Aceralia, o instituciones como la Sociedad General de Autores (SGAE) pagaron a Nóos por estudios para mejorar su imagen u organizar actos institucionales. En el caso de la entidad que dirigía Teddy Bautista la factura superó los 400.000 euros.
Otro descubrimiento relevante han sido los pagos efectuados a Nóos por equipos de fútbol como el Valencia o el Villareal. El conjunto de Castellón llegó a abonar 690.000 euros por un informe de una decena de folios.
En cuanto a la contratación con las comunidades autónomas, los investigadores han descubierto, por ejemplo, un nuevo convenio mediante el que se encargaba al duque de Palma y a sus socios que Valencia se convirtiera en sede de los Juegos Europeos. La Policía Judicial ha determinado que hubo un pago de 386.000 euros de dinero público, aunque la ciudad nunca acogió tal evento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario